El pasado viernes se confirmó el primer contagio del hongo Sporothrix Brasiliensis en un gato en Chile, y solo bastaron un par de días para que este lunes se detectara el primer paciente humano en el país.
Diseminación del hongo de origen brasileño que afecta a los felinos y que ha causado la alerta en los especialistas ante posibles nuevas manifestaciones.
¿Cómo se contagia?
Es importante tener en consideración que Sporothrix Brasiliensis no es altamente contagioso ni tampoco se disemina entre personas. No así en los animales, en especial en los gatos quienes son portadores de este hongo de carácter virulento.
Por lo mismo, su diseminación ocurre a través de la mordedura y/o arañazo del felino portador del hongo.
“La población más susceptible de contagiarse son las personas con un sistema inmunológico débil como son los niños y las personas que padecen alguna enfermedad crónica desencadenando en una enfermedad osteoarticular, conjuntival respiratoria o neurológica”, explicó el infectólogo de la Clínica Alemana, Reinaldo Rosas.
¿Cómo identificar el hongo?
El "hongo brasileño" puede provocar, en las personas, lesiones leves, infección a la piel y otras consecuencias mayores.
Para identificar a tiempo el Sporothrix Brasiliensis es importante tener en consideración que tras la mordedura y/o arañazo de un gato, se genera una lesión cutánea que, a diferencia de las normales, no sana con el transcurso de los días y visiblemente va creciendo.
Generalmente no se manifiesta con dolor ni tampoco con un cuadro febril, por lo que la forma más certera de detectar a tiempo el hongo es con la lesión.
¿Cuál es el tratamiento?
La enfermedad tiene tratamiento tanto en humanos como animales, sin embargo en el caso de los gatos se pueden enfermar severamente con la presencia de heridas de aspecto ulceroso y sanguinolento en la nariz, boca y patas.
Por lo mismo, es sumamente relevante mantener los animales domésticos al interior de la vivienda y estar atento a cualquier conducta extraña y lesiones.
El tratamiento en humanos tiene una duración de dos a tres meses y dependiendo de la severidad de la enfermedad hay medicamentos que se pueden administrar por vía venosa.