Hace ya casi un año que se difundió en redes sociales un video de Cristián de la Fuente besando a una mujer, en un lugar público, en México. Desde entonces, la relación con su esposa, Angélica Castro, entró en crisis, tras 21 años de matrimonio.
El actor chileno concedió una entrevista al programa “El minuto que cambió mi destino”, con Gustavo Adolfo Infante, en el que confiesa cómo ha lidiado con el sufrimiento de su esposa y sus propias recriminaciones, que no le permiten dormir todas las noches.
Cristián de la Fuente dice que las cosas con Angélica Castro "no estaban bien”
Cristián sigue legalmente casado con la presentadora, locutora y empresaria Angélica Castro, como él mismo aseguró en la entrevista. Ambos tienen una hija adolescente, que ha tenido que enfrentar el mediático quiebre de sus padres.
Tras asegurar que Angélica es la última mujer a la que hubiera querido hacerle daño, De la Fuente dijo que para el momento del escandaloso beso el matrimonio no estaba pasando su mejor etapa.
“La relación no estaba bien si yo hice eso”, afirmó. Sin embargo, reconoce que estuvo mal e insiste: “le he pedido mil veces perdón, pero entiendo que cuando algo se rompe es difícil de reparar”.
Cristián agrega que fueron 20 años de un maravilloso matrimonio y que eso solo cambió cuando ocurrió el episodio. “Es duro hacer sufrir a quien uno ama”, apuntó, en relación a su esposa y a su hija Laura.
Cristián sobre su quiebre: "La gente es muy dañina"
Cristián habló sobre cuánto se recrimina lo ocurrido, y es consciente de la humillación que vivió su esposa en el país. “La gente es muy dañina”, sentenció.
“Cuando uno está en el suelo todos a darle, y uno es lo peor del mundo? Nunca se habló de mi vida personal, pero después de este error hay leña para decir más cosas”, afirmó. Aseguró además que esos comentarios le hacen daño a la familia, a su hija en especial.
De la Fuente contó que lo ha conversado con su hija Laura, con quien mantiene una buena relación, a pesar de “haber sembrado desconfianza”. Sin embargo, no puede decir lo mismo de Castro, a quien le está dando espacio para decidir qué quiere hacer con la relación.