Luis Miguel está a solo días de regresar a los escenarios y ya viajó a Argentina, donde hará 10 presentaciones. Su llegada al país viene marcada por la polémica, debido a las insólitas condiciones que puso para hospedarse en un hotel de lujo, según medios locales.
La última vez que el “Sol de México” estuvo de gira fue en el año 2019, poco antes de que surgiera la pandemia del Covid-19. Desde ese momento, se mantuvo en la intimidad hasta que se le comenzó a relacionar sentimentalmente con varias mujeres.
Primero con la modelo Mercedes Villador, con quien tuvo un fugaz romance y más recientemente con la modista española Paloma Cuevas, con quien se dice tiene planes de matrimonio.
Las particulares peticiones de Luis Miguel en Argentina
Luis Miguel llegó a Buenos Aires el pasado martes y se hospedó en el Hotel Faena, donde hizo algunas exigencias para poder quedarse hospedado. Los conductores del programa argentino de televisión “Poco Correctos" fueron los encargados de revelar los detalles, reseña Clarín.
Una de las primeras condiciones puestas por el artista fue tener disponible un tipo de agua específica, marca Fiji, que no se consigue en Argentina y que es procedente de Hawai. Al parecer, esta agua no es común y tiene otras propiedades y beneficios adicionales.
Además, Luismi habría pedido que su camerino, donde permanecerá antes de salir al show, deberá estar forrado en telas frescas, tener velas con aroma a vainilla y las infaltables rosas blancas de tallo largo sin espinas.
¿A Luis Miguel no le gusta que lo miren a la cara?
Por muchos años, siempre se ha especulado que Luis Miguel prohíbe que se le mire a los ojos durante su llegada a algún lugar y antes o después de sus presentaciones. Aunque el artista nunca ha ofrecido declaraciones sobre estos rumores, Estefi Berbardi, invitada al mencionado programa, aseguró que es cierto.
La argentina relató que durante una presentación en Viña del Mar le ordenaron esconderse en el camerino junto con otras bailarinas y personal del lugar para que Luis Miguel pudiera caminar por uno de los pasillos tras bastidores, detalla Clarín.