Si había alguna duda sobre el amor que Irlanda siente por el legado de Sinéad O'Connor, su funeral fue una muestra de respeto y admiración. Cientos de personas salieron a las calles para darle el último adiós a la cantante, cuyo cortejo fúnebre recorrió calles de Bray, la ciudad en la que vivió por 15 años.
Sinéad O'Connor, que sorprendió al mundo con su voz única en la década de los 90, fue encontrada muerta en su residencia de Londres a finales de julio. Tenía 56 años y aunque no se han aclarado las causas del deceso, la policía informó que no se consideraba sospechoso.
Para el funeral, que se realizó el pasado martes 8 de agosto, los hijos de la cantante respetaron la tradición musulmana, religión a la que su madre se convirtió en 2018.
Al sepelio, que se llevó a cabo en privado, asistieron el cantante Bono, de U2, The Edge y Bob Geldof, reseñó Yahoo. El presidente y el primer ministro de Irlanda también acompañaron los actos funerarios de la cantante.
Sinéad O'Connor despedida en las calles por sus fans
Aunque la estricta tradición musulmana no contempla el uso de flores en el ritual del entierro, la carroza en la que trasladaron el cuerpo de Sinéad estaba decorada con muchas flores blancas, azules y rosadas, así como una foto de la intérprete con una amplia sonrisa.
La música también acompañó su recorrido por las calles de Bray. A su paso se escuchaban sus propios éxitos, alternados con canciones de Bob Marley, que los asistentes coreaban, comentó Yahoo.
El Imán Jefe del Centro Islámico de Irlanda, el jeque Dr. Umar Al-Qadri, fue el encargado de dirigir el funeral, en el que agradeció a la familia por “reconocer y abrazar” la identidad musulmana de O'Connor, informó CNN.
Al-Qadri dijo que Sinead "sufrió más dificultades y adversidades de las que le correspondían, especialmente en sus años de formación, de parte de adultos e instituciones que reverenciaba y, sin embargo, mostró una fe inquebrantable y resuelta", dejó conocer la cadena de noticias.
Los musulmanes no contemplan la cremación, pues creen en la resurrección del cuerpo físico; además, en la medida de lo posible, el cuerpo debe ser enterrado mirando hacia la Meca, tal como explica el portal Dignity Memorial.