El protagonista de la teleserie turca Me Robaste el Corazón es un hombre internacional. Kerem Bursin cree que el destino lo llevó a regresar a su país, desde donde impulsó su carrera y vivió un mediático romance con Hande Erçel, su pareja en la serie.
Bursin, quien además es productor y guionista, conversó recientemente con Vanity Fair España sobre su nuevo proyecto como modelo y sus orígenes en la actuación, desde que decidió estudiar en Estados Unidos, diciéndole a sus padres que era sólo su plan B.
La estrella turca de Me robaste el corazón rechazó ofertas en EE.UU. y regresó a Estambul para grabar la serie e iniciar su propia carrera. “La primera vez que entendí que algo estaba pasando conmigo fue el día que mi primo, que vive en España, me dijo que mi show estaba en un montón de pantallas en un local”, contó a VF.
Karem Bursin: “Si te crees el rey del mambo estás equivocado”
Por el trabajo de su padre en una compañía petrolera, Bursin vivió en al menos seis países antes de regresar a Turquía, donde tuvo el reto de no parecer extranjero y recuperar su acento natal.
“Si realmente piensas que eres el rey del mambo, estás muy equivocado, porque mañana puedes haberte ido, desaparecido. Nunca sabes si va a llover o si habrá un terremoto: en realidad no sabes nada”, expone el actor.
Kerem considera que sólo podrá decir “soy un tipo con éxito”, cuando tenga 80 años y siga haciendo lo mismo. Pero además, asegura que para su familia es el niño de siempre, aunque les recuerde que tiene 36 años.
“Creo en el destino que me trajo”
Bursin se siente feliz y comprometido con su participación en la nueva campaña publicitaria de Turkish Airlines, empresa que considera un orgullo para su país.
Ser la imagen de la marca “es una de las mejores cosas que he hecho en mi carrera y una de las que más felicidad me produce porque he podido combinar mi trabajo con este descubrimiento tardío de mi país”, asegura.
Al hablar sobre las circunstancias que lo llevaron a convertirse en la imagen de la línea aérea, comenta que “creo en el destino, pero no en que haya solo una razón para cada cosa que nos sucede. Es una combinación de muchos factores los que me han traído aquí”.