La rutina de Juan Pablo López tuvo mucha relación con la contingencia que afecta al chileno de a pie: salud mental, familia, delincuencia y política fueron solo algunos de los tópicos que el comediante utilizó para hacer reír al "Monstruo" del Festival de Viña del Mar.
Con una Gaviota de Oro y otra de Plata, que igualan su anterior paso por el certamen en 2017, López se consagró pese a iniciar tardíamente su carrera en el humor.
El vínculo entre Juan Pablo López y Jorge Alís
Ingeniero de profesión, trabajó por 16 años en una entidad bancaria antes de dar el salto. En sus inicios, fue Jorge Alís uno de sus mentores.
"Tomó un taller de stand-up conmigo y con León Murillo, que en ese momento estábamos laburando, cuando él salió del banco", contó el argentino en Con Gusto a Viña.
"Eso también lo hace muy genuino a Juan Pablo dentro de Chile, el tipo común que busca llegar a la meta en este mundo estresado. En el banco tiene contacto con la gente que rescata de sus vivencias con este dramatismo", añadió.
Tomar las dolencias y transformarlas con el humor es algo que López desarrolla y que Alís alaba de su rutina. "El comediante rescata cosas que son buenas, pero vive en un código que navega en estos lugares que pueden dar tristeza o pena. Pero, de alguna manera de da una puerta el humor para que tú te puedas reír".
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