[Comunicado de prensa]
El simulador de crédito se ha vuelto una herramienta indispensable al momento de comprar un auto, sin embargo, cuando estás frente a uno, elegir entre un plazo corto o largo para tu crédito puede ser un dolor de cabeza. Los vendedores hablan de tasas, los bancos de CAE y mientras tanto uno/a solo quiere saber cuánto va a pagar al mes y por cuánto tiempo.
Los plazos más comunes dependen del tipo de crédito que elijas. En el caso del crédito convencional, los plazos suelen ir de 12 a 60 meses, mientras que el crédito inteligente varía entre 24 y 48 meses (o hasta 49 si se incluye el cuotón final). El truco está en entender cómo cada opción impacta en tu bolsillo, más allá de la cuota mensual.
Si optas por un plazo más corto, como 36 meses, por ejemplo, las cuotas serán más altas, pero con un beneficio clave: pagarás menos intereses en total. Es como preferir pagar al contado; aunque implique un esfuerzo mayor al principio, a largo plazo terminas ahorrando.
En cambio, los plazos largos son tentadores porque las cuotas mensuales bajan considerablemente. El problema es que mientras más tiempo pase, más intereses acumulas. Por eso, muchos terminan pagando bastante más de lo que vale el auto.
Antes de decidir el plazo
Toma una hoja (o abre una planilla de cálculo) y anota todos tus gastos fijos mensuales. Después suma los gastos que tendrás con el auto:
- El seguro.
- El Permiso de Circulación.
- La mantención regular.
- El combustible que usarás.
- Un fondo para imprevistos.
Esta suma te dará una idea realista de cuánto puedes destinar al pago del auto sin ahogarte financieramente.
El CAE: No lo ignores
Un aspecto crucial a considerar al utilizar un simulador crédito automotriz es la tasa de interés. Muchas veces, las tasas no son visibles directamente en los simuladores, lo cual puede llevar a confusiones. Por eso es importante fijarse en el CAE. El Costo Anual Equivalente suena complicado, pero es simplemente una forma de comparar distintas ofertas de crédito, incluyendo todos los costos extra. Es como el precio final de un producto cuando le sumas el IVA, el envío y todo lo demás.
Al usar el simulador de crédito, fíjate tanto en la cuota mensual como en el CAE. Te sorprenderá ver cómo dos créditos con cuotas similares pueden tener costos totales muy diferentes.
Consejos prácticos al usar un simulador de crédito
Los simuladores de crédito son útiles, pero úsalos con criterio. Juega con diferentes plazos y montos hasta encontrar una combinación que realmente puedas pagar mes a mes. No te quedes solo con el primero que encuentres; compara varias opciones.
Si tu situación económica mejora en el futuro, algunos créditos te permiten hacer pagos extras sin multas. Vale la pena preguntar por esta opción cuando estés cotizando. Un buen truco es calcular cuánto podrías ahorrar haciendo un pago extra anual, por ejemplo, con parte del aguinaldo o bonos.
A la larga, estos pagos adicionales pueden reducir significativamente el tiempo y costo total del crédito.
También es importante revisar tu historial crediticio antes de empezar. Un buen historial puede ayudarte a conseguir mejores condiciones.
La decisión final dependerá de tu situación particular. No existe una fórmula mágica, pero sí herramientas como el simulador crédito automotriz que te ayudarán a tomar una mejor decisión.
Lo importante es que el plazo que elijas te permita dormir con tranquilidad, sabiendo que podrás pagar las cuotas sin sacrificar tu calidad de vida.