En el tercer capítulo de Hijos del Mar, Dani Urrizola continúa su aventura sobre el barco pesquero “Don Alfonso”, donde ya está a más de 200 kilómetros de tierra firme.
La tripulación está preocupada, debido a que se avecina una tormenta y todavía no logran capturar la cantidad de peces que necesitan. Algunos inconvenientes ocurren, sin embargo, la esperanza de lograr el objetivo sigue intacta.
Dani, al estar tanto tiempo en el mar, se siente constantemente mareada, y le informaron que un barco pesquero salió antes que en el que está ella, y que ya llegó a tierra firme con el encargo.
Aquello provoca una gran presión a los pescadores que acompaña, que todavía no consiguen la suma fijada.
Una luz de esperanza
Pasan las horas, y pese a que en la tarde lograron capturar una parte del cardúmen, todavía les falta mucho para llegar a las 950 toneladas.
Dani aprovecha de conocer al equipo, donde habla con un joven que trabaja junto a su padre y siente una profunda admiración por el arte de pescar.
Cae la noche y la tripulación está moviéndose por todos lados, hay risas y buen ambiente. Lograron encontrar un cardúmen de 400 toneladas, un botín que los ayudará a lograr la cantidad deseada y volver pronto a casa.