En este nuevo capítulo de Misión Encubierta, el infiltrado se sumergió en el complejo mundo del comercio sexual que se realiza en la Plaza de Armas de Santiago, actividad que, aunque no es delito en sí misma, conlleva muchas situaciones irregulares y violentas, como asaltos y agresiones, además de consumo y venta de drogas y alcohol.
Para su labor contó con la ayuda de dos periodistas, una chilena y una colombiana, que se infiltraron junto a él haciéndose pasar por trabajadoras sexuales.
Descubre lo que el infiltrado descubrió en este capítulo.