En el noveno capítulo de Viaje a lo Insólito, revisamos nuevos detalles de la historia de Jenaro Gajardo, un hombre de Talca que inscribió los terrenos de la Luna como propios a tal punto que el Presidente Nixon le habría pedido permiso para aterrizar en el satélite.
Se trata de una de las historias más populares de nuestro país, incluso ha traspasado fronteras y de tiempo a tiempo diferentes medios han intentado narrarla.
La escritura que convirtió a un chileno en dueño de la Luna
Lo cierto es que en septiembre de 1954, el abogado decidió ir al conservador de Bienes y Raíces y notario de Talca con la loca idea de inscribir la Luna a su nombre.
Tras una exhaustiva revisión de los formularios, se pudo dar cuenta que el satélite se encontraba en los deslindes de la Tierra y que hasta ese momento nadie había sido tan astuto.
Fue así que declaró el satélite como propio en al menos tres ocasiones en el Diario Oficial, al no oponerse nadie, decidió volver a la notaría y pagando 42 pesos, un dólar de la época, realizó la mítica escritura un 25 de septiembre de 1954.
"Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño, desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475.00 kilómetros, denominada LUNA, y cuyos deslindes por ser esferoidal son: Norte, Sur, Oriente y Poniente, espacio sideral. Fija su domicilio en calle 1 oriente 1270 y su estado civil es soltero. Jenaro Gajardo Vera. Carné 1.487.45-K. Ñuñoa. Talca, 25 de septiembre de 1954", aparece en el documento que es posible encontrarlo en el Archivo Judicial de Santiago.
Con el folio sellado en la mano, Gajardo lo publicó convirtiéndose oficialmente en el dueño del satélite. Sin embargo, hay quienes afirman que no realizó la reclamación en ningún medio local, como lo decía la ley.