Hilda (Gabriela Hernández) ha mostrado un cambio radical en las recientes entregas de Al Sur del Corazón, la teleserie vespertina de Mega.
La matriarca de la familia Bravo, quien siempre cargó con un odio irracional hacia los hombres, ha experimentado un giro inesperado en su vida que cambió su perspectiva. A continuación, repasamos la evolución de este personaje.
El odio
Marcada por desilusiones amorosas, como la de su madre con el abuelo de Manuel (Francisco Melo), Hilda comenzó a alimentar un odio implacable hacia los hombres.
Este desprecio profundo lo inculcó en su hija y nietas, apoyándose en una "maldición del corazón” que, según ella, había perseguido a su familia por generaciones.
Emilia (Paola Volpato) soportó durante años esta amargura, presenciando cómo su madre amenazaba con una escopeta a cualquier hombre que intentara acercarse, ya fuera Francisco (Francisco Ossa) o el propio Manuel.
Gracia (Mariana Di Girolamo), por su parte, vio su romance de juventud con Nicolás (Jorge Arecheta) destruido, privándola de una historia de amor sincera y dejando a su hija Trinidad (Clara Silvera) sin la oportunidad de conocer a su padre.
El cambio de actitud de Hilda
Tras años de alimentar su desprecio, una insuficiencia cardíaca la llevó a enfrentar su propia fragilidad. En medio del temor a la muerte, Hilda sintió por primera vez el deseo de redimir su pasado. Comenzó a liberar a su familia, dejando atrás el mito de la maldición que tanto daño había causado.
En un momento de sinceridad, reveló a Emilia que la "maldición del corazón" no era más que una mentira, un engaño para protegerlas de los hombres.
Luego, sorprendió a todos al apoyar el matrimonio entre Tránsito (Carmen Disa Gutiérrez) y Tito (Claudio Sepúlveda).
El clímax de esta transformación llegó cuando le pidió disculpas a Emilia y Manuel, por haber interferido en su relación durante tanto tiempo.
¿Qué más le espera a Hilda en esta travesía de redención? No te pierdas los próximos episodios de Al Sur del Corazón, de lunes a viernes a las 20:40 horas.