Hoy se estrenó el primer capítulo de Hijos del Desierto, donde por fin pudimos conocer más en profundidad lo que es esta historia que atraviesa por los pasajes más oscuros de la historia pero también cuenta cómo el amor y la lucha por motivaciones importantes mueve a los personajes para lograr sus objetivos, aun que estos cuesten. 

Ese es el caso de Pedro Ramírez, el lider de la banda de los contrabandistas de Valparaíso que a causa de sus vivencias personales termina saliendo de un orfanato para criarse a su suerte en las calles del puerto, donde hubo un solo elemento que no lo dejo de acompañar: Una medallita. 

La medallita es precisamente la Virgen de la Tirana, a la cual se encomienda la familia de Pedro, cuando están a punto de morir en medio de la Matanza de Santa María de Iquique. Este amuleto lo acompaña hasta su adultez, donde cada vez que vivirá algo complejo, le reza: "Ojos tengan, no me vean. Manos tengan, no me toquen. Pies tengan, no me alcancen".