En el capítulo 384 de Juego de Ilusiones, Martín (Carlos Díaz) e Ignacio (Felipe Contreras) están de acuerdo con que los Rumián no tienen miedo, tras atacar a Lucas (Giordano Rossi).
El detective aprovecha la instancia para comentarle al director que la muerte del gendarme podría estar relacionada con la nueva labor que tenía, investigar a las reclusas y al personal de El Faro.
El abogado recién se da cuenta que el prefecto le había pedido a Briceño ser su infiltrado y pese a que era una buena medida, expresó su descontento: "Habría sido bueno saberlo".
El objetivo de Martín e Ignacio
Posteriormente, Ignacio le confiesa a Martín que Lucas tenía sospechas de que alguien del cuerpo de gendarmes estaba involucrado con los Rumián.
El detective propone desbaratar la red de Alana (Dayana Aamigo) y pide investigar a las reclusas, exponiendo el caso de Graciela (Silvanna Gajardo).
El padre de Rubén (Etienne Bobenrieth) le solicita al prefecto comenzar a trabajar juntos en la búsqueda del espía y exponen posibles razones por las cuales está persona estaría ayudando al malvado clan: "Después de lo de Guzmán y el asesinato de Lucas, esa persona puede ser la siguiente en la lista".