En el capítulo 521 de Juego de Ilusiones, Rubén (Etienne Bobenrieth) esperaba que Camila (Mónica Echeverría) siguiera a su lado. Como siempre fue capaz de traicionar a todos y aguantar sus imposiciones "por amor", nada debería haber cambiado.
"Esto no es tomarse un tiempo, ni nada por el estilo. Tú cruzas esa puerta y mañana mismo te llevo los papeles de divorcio", le dijo mientras ella preparaba las maletas, pero la decisión de la hija de Julián (Julio Milostich) era definitiva.
Aún así, Rubén esperó un último gesto de lealtad hacia él antes de que se rompiera el matrimonio: "Si las cosas van a ser así, te voy a pedir una cosa: que nada de esto perjudique mi juicio por la tuición de Benjamín".
La venganza de Camila
El descaro del abogado sacó el peor lado de Camila, quien por fin tuvo una herramienta para herir a su marido. "Tú mismo lo dijiste: una vez que yo ponga un pie afuera de esta casa, lo que haga es asunto mío", anunció con misterio.
Si ella cambia su declaración, Sofía (Magdalena Müller) y sus padres podrían recuperar al pequeño y ese es el mayor temor de Rubén.