Tal como ocurrió con Susana (Nathalia Aragonese), el personaje de Joaquín Mardones (Nicolás Rojas) ha tenido un cambio en la percepción de los seguidores de Juego de Ilusiones y de ser un delincuente, ahora es visto como alguien que, pese a sus errores, tiene un buen corazón.
Su viaje a la capital
Una vez se enteró Irene (Loreto Valenzuela) que tenían familiares millonarios en la capital, le pidió a toda su prole en Antofagasta hacer sus maletas para partir a Santiago. Su idea es que se hicieran indispensables para las hijas y esposa de Julián (Julio Milostich).
No es hijo biológico de Susana
Susana era muy joven cuando fue vientre de alquiler para una pareja del mismo sexo. El problema, sin embargo, es que nunca vinieron a buscar al bebé. Así, ella que lo gestó sin ser su madre biológica, decidió criarlo en la familia.
El negocio de los relojes robados
En el norte, Joaquín y Guillermo (Julio Milostich) tenían un negocio paralelo de venta de relojes robados. Una vez obtuvieron la bijutería en el strip center, esta se convirtió en la fachada perfecta para el contrabando.
Sin embargo, nada salió bien. Javiera y él fueron capturados por la policía tras la denuncia de Pascual (Alejandro Trejo).
La estabilidad en la bijutería
Una vez pudo salir de sus problemas legales, la mayor preocupación de Irene es que tuviera una ocupación. Trabajar en la bijutería fue perfecto, pero estuvo a punto de hacer de las suyas una vez más, tras un "casting" para contratar a la nueva vendedora que lo acompañaría.
Por esta razón es que su abuela prefirió elegir a la nueva trabajadora, Penélope, quien resultó ser la antítesis de Joaquín.
Abandono de la casa Mardones
Si bien su primer acercamiento a Javiera fue por interés, desarrolló un interés romático por ella. Pero una vez Julián fue liberado, él no permitió que su hija menor se involucrara con el antofagastino y un día en que los sorprendió en una íntima situación, lo ahorcó y expulsó de su casa.