En Juego de Ilusiones, Bárbara Rodríguez (Paulina Eguiluz) tiene todo el poder que necesita para llevar con mano dura a las reclusas de El Faro. Por eso, cuando una de ellas se opone a sus deseos, no tiene impedimentos para hacerlas pagar.
Así ocurrió con Mariana Nazir (Carolina Arregui), una de las nuevas internas de la cárcel, quien se ganó el odio de Bárbara y ahora se encuentra encerrada en un pabellón psiquiátrico.
Pero, ¿cómo se desarrolló la enemistad entre las dos? Todo comenzó con la atención que le prestó Martín Lara (Carlos Díaz) a Nazir al interior de El Faro y su intento de protegerla de las garras de Alana Rumián (Dayana Amigo), una asesina con la que tiene una larga historia.
La actitud del abogado despertó los celos de la directora, quien ignoraba la relación de consuegros que los unía.
Una vez se enteró, gracias al mismo Martín, visitó a Mariana en la celda de aislamiento. Una vez la interrogó para confirmar la versión de Lara, escuchó sus descargos sobre el maltrato que recibió de los gendarmes y compañeras de celda.
El incidente de Julián
Al enterarse de la muerte de Guillermo (Julio Milostich), Mariana colapsó y terminó en la enfermería de El Faro. Por su parte, Julián logró entrar al recinto gracias a sus contactos con las altas esferas de poder con tal de visitarla.
Este hecho, sumado a un permiso denegado para acudir al funeral de Guillermo hicieron que Mariana se refiriera en malos términos a Bárbara con las otras reas.
Su charla fue grabada con las cámaras de seguridad del penal y visto por la directora, quien llamó a su oficina a Nazir: nadie la insulta en sus dominios.
Tras una tensa conversación, el personaje de Carolina Arregui le aseguró que ninguna provocación la hará reaccionar mal. Sabía que la reunión entre las dos estaba siendo filmada y si ese es el caso, ella también contaba con sus armas: recibió la visita de su marido y fue besada a la fuerza en una situación fuera de norma.
La afrenta hizo reaccionar a Bárbara. Como la presencia de Mariana se le hizo molesta, le pidió a Guzmán (Camilo Carmona) llevarla hasta un pabellón psiquiátrico.