En torno a Javiera (Fernanda Finsterbusch) hay dos pretendientes que quieren ganar su amor, pero son diametralmente distintos. Uno es el humilde Joaquín (Nicolás Rojas) y el otro, el profesional Lucas (Giordano Rossi).

Sin embargo, si hay algo que los une es el motivo por el que se acercaron a la menor de las Mardones en primer lugar: interés. 

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Los dos encontraron en Javiera una forma de mejorar su estatus económico. Joaquín lo hizo por órdenes de Irene (Loreto Valenzuela), quien vio en la cercanía de los jóvenes una forma de conquistar a la familia y apoderarse de sus bienes. En tanto, Lucas fue contactado por Julián (Julio Milostich) para proponerle un trato idéntico al que él recibió de Nadir Nazir (Hugo Medina) en el pasado, es decir, un contrato para enamorar a su hija a cambio de dinero. 

Joaquín Mardones

Tanto en su personalidad como orígenes, los dos son opuestos. Joaquín Mardones vivió en una sencilla casa de Antofagasta y a través del robo encontró la forma de tener los ostentosos lujos que siempre soñó. Pero fue detenido junto a Javiera por implicarse en la venta de relojes de alta gama receptados. 

Sin terminar sus estudios, rechazó la ayuda de Mariana (Carolina Arregui) para terminar el colegio y su falta de educación, antecedentes y origen son los ingredientes que generan el absoluto rechazo de Julián por su sobrino. De hecho, al ser sorprendido en una íntima situación con su polola, el gemelo de Guillermo lo agredió y expulsó de su casa. 

Lucas Briceño

Por su parte, Lucas es un hombre que tiene un trabajo estable y respetable como detective de la BPI. Con Julián se conocieron gracias al escape del empresario desde el búnker y gracias a una investigación, Mardones averiguó más sobre el policía.

"Eres un hombre decente y ambicioso, que son las dos características que más valoro en un hombre, me encantaría tenerte como yerno", le ofreció y Lucas aceptó. Ahora es un invitado indispensable de las comidas familiares para acercarlo a Javiera. 

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