El peso del pasado vino a perseguir a la hermana Margarita, quien ya sabe, gracias a Catalina, que su hijo la está buscando.
La religiosa esperaba que el joven nunca se enterara que era adoptado, ni menos que intentara averiguar quién es ella, por lo que sus planes de abandonar Cochamó se adelantaron con urgencia.
Sin embargo, frente al centro de atención del pueblo se cruzó con Lucas y no reparó en que era su hijo hasta que escuchó a Hernán llamarlo por su nombre.
Así, una serie de recuerdos se despertaron en Margarita. La última imagen que tuvo de él fue cuando apenas era un bebé y lo entregó, mientras que ahora lo encontró hecho todo un hombre.
Tras casi 30 años separados, la hermana se emocionó hasta las lágrimas. La escena conmovió a los seguidores de La Ley de Baltazar, quienes la animaron para ir a su encuentro. ¿Qué opinas?
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