Es un mapuche tradicional, está casado con Rayén y junto a ella son orgullosos cultores de su etnia y rigen su vida por las costumbres ancestrales. No le gusta que sus hijos Lincoyán y Railef pololeen con “huincas” y no ve con buenos ojos que uno de ellos sea policía. Odia la vida de pueblo y le cuesta adaptarse, por lo que su llegada a Yerbas Buenas le traerá más de un dolor de cabeza.
Frases típicas: “El mapuche es mejor que el huinca en todo”. “Los mapuches les debemos muchas cosas a los españoles, sin embargo a los chilenos nada.” “Todas las enfermedades que existen son porque el huinca ha enfermado la tierra”.