En Seyrán y Ferit, Abidin (Ersin Arici) siempre se ha desempeñado con corrección y lealtad para los Korhan, sobre todo si se habla de Ferit (Mert Ramazan Demir) que más que su jefe, se convirtió en su amigo.
Una vez salió del ejército, el clan lo contrató para convertirse en el chofer y guardia del menor de sus herederos. Nunca se tomó más atribuciones de las que le correspondían y fue considerado un modelo a seguir por los demás trabajadores hasta que el amor tocó a su puerta.
Una vez Ferit se casó, Abidin trasladó en el auto familiar a Suna (Beril Pozam), la nueva cuñada de los Korhan. En estos silenciosos viajes y escuetas conversaciones a solas, pronto comenzó a nacer un entendimiento mutuo y más tarde, la atracción.
Sin embargo, la posición social de los dos hace imposible su matrimonio: Suna se convirtió en la protegida de la nueva familia de su hermana y él solo es un empleado. Por ello, los dos iniciaron un tímido romance a espaldas de los demás, a la espera del momento en que puedan gritar su amor.
Pero al parecer, un nuevo obstáculo se interpuso en su camino al aparecer un pretendiente que quiere la mano de Suna y ella, por miedo a la ira de su padre, aceptó.
Pese a que los dos se aman, la hija mayor de Kazim (Diren Polatogullari) aún no es capaz de enfrentar a los Sanli y por eso, rompió el corazón de Abidin, quien ahora piensa seriamente en abandonar su trabajo.