Ya queda poco para que Verdades Ocultas vuelva a las pantallas de Mega y los fanáticos están impacientes por saber qué pasará en esta teleserie tan impredecible. Sin embargo, uno de los hechos que más intriga a los televidentes es saber qué pasará con el funeral de Marco.
Por lo mismo, en Mega.cl onversamos con Camilo Carmona, actor que interpretaba a Marco en la teleserie, para que nos cuente cómo ha sido volver al fenómeno de Verdades Ocultas después de varios meses de receso y qué piensa que puede pasar al regreso de esta larga historia.
"Yo espero todo y más. Creo que la gracia que tiene la teleserie es que ha abierto un lado creativo súper distinto a lo que se ha hecho. Entonces yo creo que lo que viene va a ser un resultado de lo mismo que hemos visto por mil", asegura Camilo acerca del lo que se viene.
-¿Cómo has visto reacción de la gente ahora que saben que pronto volverá Verdades Ocultas?
-Me han preguntado harto en redes sociales y yo les digo que estoy muy bien, que estoy en un lugar de privilegios, hay gente que la esta pasando más mal que yo. Estoy en cuadradito frío, un poco solo, pero estoy bien.
"Creo que la gente está expectante porque siempre cuando algo queda sin cerrarse, queda el imaginario. Entonces me imagino que en las casas las conversas de qué habrá pasado con Marco, con Agustina, si se habrá metido con... todo ese tipo de cosas pero multiplicado como por mil", finaliza el actor.
-¿Cómo crees que se desarrollará la historia entre Agustina y Tomasito (Cristóbal)?
-No es por defender a mi personaje, pero yo creo que Marco le dejó el camino escrito a uno de los dos, como señalado hacia donde debieran transitar. Y yo creo que en ese camino los dos personajes se deberían encontrar y llamar. En el fondo, yo creo que Cristóbal/Tomasito es el verdadero protagonista de la teleserie. El hijo bastardo, algo así como el Jon Snow de Game of Thrones, si queremos hacer una comparación rídicula y más chistosa.
-¿Qué te gustaría que pasara al final?
-Me gustaría que pasara que en la picá, en un extraño tiempo que no sabemos cuando, no se si posterior o anterior, estén todos juntos celebrando y bailando todos con todos, nadie sabe quién es el papá de quién, nadie sabe quién es el hermnao de quién. Creo que debería terminar en una fiesta dionisíaca.
Y agrega, "un final que sea inevitable e impredescible. O sea que inevitablemente lleguemos a eso, pero que igual sea impredecible y entretenido como siempre ha sido".