En Yargi, Ilgaz (Kaan Urgancioglu), Eren (Ugur Aslan), Pars (Mehmet Yilmaz Ak) y Derya (Sukran Ovali) se enfrentan al mayor caso de sus carreras: un asesino en serie está suelto en Estambul y entre sus víctimas están la jueza Neva Seçkin (Basak Gümülcinelioglu) y Ceylin Erguvan Kaya (Pinar Deniz).
Todo comenzó gracias a una llamada anónima a la policía, en la que se denunció que un desconocido arrojó un cuerpo en un pozo abandonado.
Eren y su equipo llegaron al sitio indicado y su sorpresa fue darse cuenta que en el interior no había un cadáver, sino nueve, además de un niño de 13 años en riesgo vital.
El modus del "asesino del pozo"
Hasta el momento, las investigaciones de Ilgaz y compañía han determinado que las víctimas de este escurridizo asesino no han sido elegidas al azar, sino que siguen un perfil muy específico.
Por cada oleada de muertes, cinco personas son secuestradas: una mujer adulta (la madre), un hombre adulto (padre), un hombre joven (hermano mayor), una mujer joven (hermana) y un niño (hermano menor). Una familia que este homicida quiere replicar.
Una vez bajo su poder, los obliga a cambiar sus ropas por unas que él mismo les proporciona. Todas las prendas fueron fabricadas en 2010, un año que parece ser simbólico para este criminal.
¿Cómo contacta a sus víctimas?
El parecido físico no es el único factor que une a los secuestrados del "asesino del pozo". Previamente, ellos recibieron un "cuestionario psicológico" en el que se determina si se es capaz de matar en ciertas circunstancias. Todos contestaron que no y el criminal los raptó precisamente para probar que hay un homicida en potencia dentro de cada uno.
Al mantenerlos encerrados sin comida, ni agua, la tensión comienza a surgir y la lucha por sobrevivir los hace pelear hasta la muerte. Una vez termina su "obra", los lanza al pozo para volver a comenzar. ¿Logrará ser atrapado?