En su ejercicio como fiscal general, Pars Seçkin (Mehmet Y?lmaz Ak) sufrió la pérdida de su hermana Neva (Basak Gümülcinelioglu) a manos del "Asesino del pozo" y recientemente, la muerte de su asistente Ridvan (Yigit Kalkavan) en un enfrentamiento con la mafia balcánica. Pero este último tuvo especial impacto, ya que Pars fue responsable directo del deceso.
Así, durante los últimos episodios de Yargi, Pars se sintió culpable de que su decisión gatillara la presencia de Ridvan en el lugar y momento equivocados. Así, renunció a su cargo y se aventuró en solitario a cobrar venganza.
Para ello pidió el consejo del abuelo Merdan (Cezmi Baskin), un experimentado en el mundo del hampa con conexiones por toda Turquía. Con su ayuda, no tendría problemas para dar con Kesik, apodo del criminal que disparó contra su amigo.
Al día siguiente, un sobre anónimo se deslizó bajo la puerta de su oficina con la foto y dirección del culpable. Una vez salió del tribunal, ninguno de sus amigos tuvo pistas de su paradero.
El hallazgo de una mano cercenada
48 horas más tarde, un joyero del Gran Bazar de Estambul entró en su local y quedó petrificado al ver en el mostrador una mano cortada con un mensaje que rezaba: "Todos tus seres queridos, uno por uno".
La policía llegó hasta el lugar y se dio cuenta que en la pluma que usaron para fijar la nota estaba grabado el nombre de Neva Seçkin. Las fotografías fueron enviadas de inmediato al jefe Rafet (Muttalip Müjdeci) que notó este crucial detalle.
Junto al fiscal Ilgaz (Kaan Urgancioglu) y el comisario Eren (Ugur Aslan) presenciaron en directo la amputación y una segunda coincidencia los heló: el anillo que Pars utilizaba siempre en su dedo anular estaba puesto.
"Parece la mano de Pars", dijo Eren a sus colegas. Pero Ilgaz se niega a creer que su amigo esté muerto y apuesta a que se trata de un truco de la mafia balcánica para infundirles temor.