Aunque se aman mucho, la relación entre Ceylin (Pinar Deniz) e Ilgaz (Kaan Urgancioglu) ha estado en permanente turbulencia, tanto por conflictos externos como por las profundas diferencias que los caracterizan en Yargi.
Así, se han casado y separado en más de una oportunidad a través de los más de seis años que se conocen, aunque su primera boda no fue por amor, sino que lo hicieron para aprovecharse de un resquicio legal que impedía declarar o informar acerca del otro.
Sin embargo, esta cercanía obligada hizo que los dos se enamoraran profundamente.
La primera separación
Una vez confesaron lo que sentían, creyeron que las cosas podrían ir bien entre los dos, pero un crimen los separó. Zafer (Ali Seçkiner Alici), el padre de Ceylin, apareció muerto y quien confesó el crimen fue Cinar (Arda Anarat), el hermano de Ilgaz.
Todo se trató de una confusión, porque el homicida era otro: Serdar Denzi (Eray Ertüren).
Los dos se divorciaron antes de saber la verdad, para luego reconciliarse y casarse por segunda vez, ahora acompañados de sus amigos y familiares.
La segunda separación
El matrimonio fue mucho más fuerte que antes. Sortearon con gran habilidad la presencia de un obsesionado asesino en serie y las amenazas de la mafia balcánica, pero nuevamente los conflictos entre su familia les hizo poner distancia.
Las familias Kaya y Erguvan querían venganza y una vez encontraron a Serdar, ajustaron cuentas. Todo se salió de control y la sobrina de Ceylin, Parla (Zeynep Atilgan) lo mató accidentalmente al golpearlo con una roca.
La abogada ayudó a la joven para fugarse de Turquía, sin importar la imparcialidad de la ley. Ilgaz, como fiscal del caso, no le perdonó las mentiras porque la rectitud siempre ha sido gravitante para él. Sin embargo, ese principio se destruyó tras el secuestro de Defne (Beren Nur Karadis).
Reencuentro junto al mar
Los dos lograron limar asperezas y estuvieron juntos, pero por poco tiempo. Un complot en contra de Ilgaz terminó con él agonizante por dos tiros en un basurero.
Eren (Ugur Aslan) y Anil (Tolga Canbeyli) fueron los únicos en saber que seguía con vida. Para todo el resto, el fiscal Kaya fue asesinado, incluida Ceylin.
La abogada logró demostrar su inocencia en el supuesto crimen de su marido, quien tras la captura de los verdaderos responsables, hizo acto de presencia para relatarle la verdad en la misma playa que habían elegido para pasar sus vacaciones.
La tercera separación
Tuvieron una hija a la que llamaron Mercan y por dos años vivieron apaciblemente, hasta que una mujer que odiaba a Ceylin decidió secuestrar a la niña.
La policía, Ilgaz y la familia pensaron que se había ahogado en el mar. Sin embargo, la abogada se convenció de que seguía con vida (y más tarde se compró la mucha razón que tenía). Al no poder superar la ausencia de Mercan, se separaron una vez más.
Pasaron dos años de este fatídico incidente y nuevas pistas les devolvieron la esperanza de reecontrarse con su hija. En su búsqueda, la pareja volvió a unirse en la investigación.