Tránsito de Venus: 6 signos pasarán por una transformación profunda en sus relaciones hasta abril de 2025
Venus no se detiene, aunque a veces retrocede, como si necesitara mirar el camino que ha dejado atrás, reflexionando sobre lo que debe conservar y lo que debe dejar ir. Este año, desde fines de enero hasta abril, su danza entre Aries y Piscis se siente como un vaivén entre el deseo ardiente de actuar y la necesidad de soñar con los pies en el agua. Con Saturno imponiendo estructura y Neptuno infundiendo magia y misterio, este tránsito será una sinfonía de aprendizajes emocionales.
El Nodo Norte, actuando como brújula cósmica, nos empuja hacia lo que debemos enfrentar para crecer. Seis signos en particular vivirán esta temporada como un crisol de transformación en sus relaciones: los vínculos amorosos, de amistad e incluso profesionales atravesarán cambios tan significativos que no volverán a ser los mismos.
Este es un tiempo para preguntarse qué tan auténticas son las conexiones que mantenemos y si estamos dispuestos a evolucionar con ellas o a dejarlas atrás en el pasado.
Tauro: Lo cómodo deja de ser suficiente
Cuando Venus, tu regente, retrocede, es como si alguien te quitara los lentes que usas para mirar la vida. La relación segura, esa donde todo parece funcionar, puede empezar a mostrar grietas. Esto no significa que se rompa, pero sí que necesitarás redescubrir qué es lo que realmente te une a las personas importantes de tu vida. Los eclipses de marzo te pondrán frente a decisiones que no puedes esquivar.
Lección: Lo que permanece debe evolucionar.
Cáncer: Lo familiar se reescribe
Con Venus en Piscis formando un stellium con Saturno y Neptuno, te enfrentarás a verdades que quizás has ignorado. Alguien de tu círculo cercano, tal vez una amistad o un familiar, te desafiará a ver el mundo desde otra perspectiva. Las emociones estarán a flor de piel, pero no temas; esta es una oportunidad para sanar y construir lazos más fuertes.
Lección: La vulnerabilidad es un acto de coraje.
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Libra: La balanza busca equilibrio
Venus es tu regente, y cuando retrocede, sientes como si te arrebataran el suelo bajo tus pies. Este tránsito entre Aries y Piscis te hará reevaluar tus vínculos más cercanos. Una relación puede pasar por una prueba, pero esto no es castigo, sino crecimiento. Los eclipses de marzo traerán respuestas, pero primero tendrás que hacer las preguntas difíciles.
Lección: El equilibrio verdadero no teme al cambio.
Escorpio: Las máscaras caen
Cuando Venus retrocede, lo oculto sale a la luz, y para ti, eso significa que ciertas verdades incómodas en tus relaciones no podrán seguir escondiéndose. Podrías sentir que alguien cercano no es quien pensabas, pero en lugar de verlo como una pérdida, entiende que es una liberación. Marzo será el mes para soltar y abrirte a nuevas historias.
Lección: La verdad, aunque duela, siempre libera.
Piscis: La reinvención del amor
Con Saturno y Neptuno en tu signo, este stellium con Venus no pasará desapercibido. Es un llamado a soltar las fantasías que ya no sirven y a construir relaciones más auténticas. Si estás en pareja, es un momento para redefinir lo que significa estar juntes. Si estás soltero, alguien del pasado podría reaparecer, pero pregúntate: ¿esta historia merece continuar?
Lección: Las conexiones reales superan las ilusiones.
Aries: El espejo de tus relaciones
Cuando Venus retrograda en tu signo, es como si el universo te obligara a mirarte en un espejo. Todo lo que amas —o no amas— en las personas a tu alrededor refleja algo que debes trabajar en ti. Este tránsito no será fácil, pero sí necesario. La temporada de eclipses en marzo marcará un punto de inflexión para tus relaciones más importantes.
Lección: Lo que proyectas es lo que atraes.
¿Qué pasa con el resto de los signos?
Si no estás en esta lista, no significa que el tránsito de Venus te pase desapercibido. Todos tenemos algo que aprender cuando el amor, las relaciones y los valores se ponen bajo el microscopio cósmico. Solo que, para estos seis signos, las lecciones serán imposibles de ignorar.
La retrogradación de Venus no es un castigo; es una oportunidad para ajustar el rumbo. Porque, al final, las relaciones que sobreviven al caos siempre son las que están destinadas a quedarse.
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