Por qué tantos signos del zodiaco han estado tristes y llorando las últimas 3 semanas
El dolor no llega anunciado. Se infiltra como un intruso silencioso, se desliza entre tus costillas y hace nido en tu pecho. No elegiste este momento de fragilidad, pero el universo sí eligió este instante para desmontar tu armadura, centímetro a centímetro.
Lo que experimentas no es debilidad. Es un terremoto interno programado desde mucho antes de que respiraras. Los planetas no son simples puntos luminosos en el cielo, son arquitectos de transformación. Mercurio y Venus retrógrados no son una coincidencia, son cirujanos cósmicos practicando una operación a corazón abierto en tu mundo emocional.
Cada lágrima que derramas es un lenguaje. Cada temblor interno es una señal. El universo no te está destruyendo, te está reconstruyendo. Y los procesos de reconstrucción nunca son sutiles, siempre son brutales, siempre.
¿Qué está pasando?
Mercurio y Venus se han puesto rebeldes. Están en movimiento retrógrado simultáneo, coincidiendo con la temporada de eclipses. Es como si el cosmos hubiera decidido sacudir tu vida como un cóctel mal mezclado.
Los eclipses: destructores de zonas de confort
Los eclipses no son simples fenómenos astronómicos. Son destructores de zonas de confort. Imagínalos como un terremoto emocional que viene a demoler las estructuras podridas de tu vida. Llegan en pares, con seis meses de diferencia, y pueden traer:
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Ascensos inesperados
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Cambios de domicilio
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Transformaciones en tu salud
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Reestructuración de relaciones
Retrógrados: el reinicio emocional
Mercurio retrógrado no solo altera la comunicación externa, sino la interna. Te obliga a:
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Revisar diálogos internos obsoletos
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Cuestionar narrativas que te has contado
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Desenterrar verdades incómodas que has silenciado
Venus hurga en tus heridas de amor. No solo habla de relaciones con otros, sino contigo mismo:
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Revela patrones de autosabotaje
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Expone mecanismos de defensa
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Desnuda tus miedos más íntimos a la luz
Acciones clave durante este periodo
Lo que NO debes hacer:
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Contactar a tus exparejas
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Tomar decisiones impulsivas
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Derrochar dinero
Lo que SÍ debes hacer:
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Completar proyectos pendientes
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Controlar tus emociones
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Reflexionar sobre tus heridas pasadas
Tu Momento de Sanación
Esos episodios de llanto no son debilidad. Son tu proceso de sanación. El universo te está empujando a enfrentar tus traumas, preparándote para renacer.
Señales de que Estás en Proceso
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Llanto sin razón aparente
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Recuerdos que emergen súbitamente
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Sensación de estar al borde de un precipicio emocional
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Depresión del sistema inmune que te hace vulnerable a enfermedades como el resfriado, dolores de guatita o el aparecimiento de dolores musculares.
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Necesidad de soledad
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Introspección constante
¿Cuánto durará este estado emocional?
Solo queda una semana de la temporada de eclipses. Después, la energía cambiará.
¿Por qué me siento tan vulnerable?
Tu vulnerabilidad actual no es un accidente. Es un proceso cósmico de desenterramiento emocional profundo. Mercurio y Venus retrógrados están actuando como excavadoras psicológicas, removiendo las capas más íntimas de tu mundo interno.
Imagina tu mundo emocional como un terreno sedimentado. Cada experiencia, cada herida, cada memoria no resuelta forma una capa. Los retrógrados actuales funcionan como sismógrafos psíquicos, provocando microtemblores que hacen emerger lo que mantenías sepultado.
Tu vulnerabilidad actual es matemática emocional: Traumas no resueltos + Presión cósmica = Explosión de sensibilidad
Es como si el universo te dijera: "Es hora de limpiar tu casa interior. No puedes seguir guardando basura emocional".
Lo que sientes no es un error. Es tu sistema psico-emocional haciendo mantenimiento. Estás procesando, limpiando, recalibrando.
La vulnerabilidad es tu superpoder momentáneo. Es el momento en que permites que lo viejo se vaya para dar espacio a lo nuevo.
¿Cómo puedo protegerme?
Medita. Descansa. Practica la autorreflexión, completa tareas pendientes y sé amable contigo.
¿Afecta igual a todos los signos?
Cada signo lo experimenta de manera única, pero todos están bajo esta influencia cósmica.
¿Qué viene después?
Tranquilidad. Después de la tormenta, viene la calma y oportunidades de crecimiento.
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