Es escritora y vive cerca del mar: Mira cómo ha cambiado la exchica Mekano Catalina Palacios
Catalina Palacios es una de las figuras del entretenimiento nacional, la que se dio a conocer como chica Mekano, el programa juvenil de Mega. Antes de retirarse en 2004, ya había sido elegida como Miss Bikini Mekano, lo que aumentó su popularidad. Aunque el tiempo ha pasado, mantiene su característica sonrisa y brillo en la mirada.
Ir a la siguiente notaYa convertida en exchica Mekano, Cata siguió en Mega como conductora del espacio infantil Zoolo TV, que representó el comienzo de una carrera como animadora, bailarina, actriz, cantante y ahora escritora.
La exMecano, cuyo tercer libro de autoayuda está próximo a salir, decidió abandonar el ruido de Santiago y vivir en la playa, junto a su pareja, el médico Rodolfo Neira, y su hija de cuatro años, producto de su relación con el actor y escritor Nicolás Bosman, tal como reseña Terra.
Así luce Catalina Palacios 20 años después de ser Miss Bikini Mekano
Catalina está dedicada a su crecimiento personal, de hecho, en "El Genio de la Lámpara", su primer libro, narra su proceso de sanación de enfermedades a través del autoconocimiento.
Podría decirse que su rostro transmite la calma de la vida alejada de la ciudad y la paz que obtiene a través de su entendimiento de las leyes del universo, que está dispuesta a compartir a través de sesiones de coaching, como puede leerse en su cuenta de Instagram.
La historia de amor de Catalina y Rodolfo Neira
En una entrevista publicada por La Cuarta, Catalina contó cómo surgió la relación con el mediático doctor Rodolfo Neira, quien participaba activamente como experto invitado en diversos programas de televisión.
Dice que lo llamó para participar en el proyecto que inició en la pandemia, como ayuda a las personas que se sentían afectadas por el encierro y la falta de actividad. Cata cuenta que sus amigas no se animaban a hablar con “el doctor”, porque estaban todas enamoradas.
“Cuando lo vi dije, ahora entiendo por qué estaban tan nerviosas”, explicó. “Me encantó escucharlo hablar, su pensamiento, no pensamos igual, pero muy parecido. Ahí comienza, no perdimos el contacto nunca más”, narró Cata.