"Hay un equipo de confianza": Mark González y Maura Rivera detallan cómo manejan su negocio desde Miami
Mark González y Maura Rivera entregaron detalles de cómo logran manejar su centro de eventos desde su hogar en Miami.
En conversación con LUN, la pareja contó cómo se organizan para guiar la empresa a través del trabajo remoto.
La nueva forma de trabajo de Mark y Maura
El matrimonio hace cinco meses decidió instalarse junto a sus dos hijos, Mark y Luciana, en el sector de Palmetto Bay en el estado de Florida.
Desde ahí, han seguido con su negocio "House of Mark", el que tiene su centro de operaciones en Viña del Mar, a más de 6 mil kilómetros de su residencia actual.
"Se puede hacer porque es trabajo remoto y hay un equipo de confianza en el lugar", explicó sobre su decisión Maura, quien además es dueña de la marca MAU.
En Chile trabajan con un equipo de ocho personas, quienes se dividen entre tareas de administración, producción, marketing y mantención del centro.
A pesar de que la empresa tuvo una pausa durante la pandemia, Mark afirmó que "hubo un relanzamiento en febrero de este año y estamos tirando para arriba. Tenemos muchas fechas cerradas".
"Requiere estar encima. Tengo a mi mano derecha allá, que es una suerte de administrador. Hablo todo el día con él y me informa de todo lo que está ocurriendo, por eso estoy al tanto de las cosas", agregó sobre el trabajo a distancia.
El exfutbolsta detalló que se comunican principalmente vía Whatsapp y Zoom. "Me preocupo todos los días de saber las novedades, para eso estoy con el teléfono en comunicación constante", explicó.
Añadió que "para mí es imprescindible el saludo diario, preguntar siempre cómo van las cosas. Hay que estar preocupado de que estén contentos los trabajadores, porque así rinden mejor y darán un mejor servicio. Es como en mis tiempos de futbolista. El DT debía ocuparse de que todos los jugadores estuvieran contentos para sacar resultados".
El apoyo de su familia
Además, del trabajo con Maura, Mark agradece el gran apoyo que ha recibido de su hermano y su madre. "Me ayudan mucho a verificar y a enfocarse en detalles. Ellos viven allá y tienen toda mi confianza. Me apoyan en cosas específicas", señaló.
"Creo que es difícil llevar un control grande estando lejos, por eso hay que funcionar en base a las confianzas. Uno ve caras y no corazones, hasta el momento no han ocurrido sorpresas, espero no tenerlas", finalizó.