Ahí estuvo con Gerardo Matus, quien casi toda su vida ha estado ligado a las vacas, primero en la lechería y hace 27 años en la inseminación artificial.
Derderián tuvo que ponerse manos a las obras y contrario a lo que pensaba, no sería la ayudante de Gerardo, sino que ella misma fue quien inseminó a una vaca.