Durante la fiesta de cumpleaños de Miguelito no podía faltar uno de los personajes favoritos de los amigos del niño. Por eso llegó sorpresivamente Barney. El problema fue cuando los invitados no dejaron tranquilo al dinosaurio morado, quien no sabía como reaccionar con toda la euforia de los menores.

¿Cómo habrá terminado este momento? Revísalo en el vídeo.