Connie Achurra logró hospedarse en el icónico edificio Copacabana de Viña del Mar: "No lo podía creer"
La chef nacional Connie Achurra se refirió a su experiencia en el edificio de sus sueños: el Copacabana de Viña del Mar, donde se hospedó el reciente fin de semana y logró cumplir así uno de sus mayores deseos.
Y es que la arquitectura es una parte esencial de la ciudad jardín, donde este edificio es sin lugar a dudas uno de sus mayores íconos. Diseñado el año 1959 por el grupo de arquitectos Larraín y Larraín, fue terminado en 1961 con una curiosa particularidad: sus balcones, de colores amarillos, azules y blancos, hacen un juego de mosaico en diagonal orientados hacia el océano Pacífico.
"Lo tienen como chiche"
Según confesó la también escritora en conversación con Mucho Gusto, "ese edificio desde que soy niña, me ha encantado siempre que vamos a Viña, me ha llamado la atención principalmente por los colores, por esta cosa diagonal y que rompe ahí con todo lo la las estructuras".
Achurra contó que este fin de semana debió asistir al festival Sabores de Concón, lo que coincidió con la visita de su hermana menor, que vive en Nueva Zelanda. Esto llevó a que decidiera pasar unos días en Viña del Mar.
"Me puse a buscar un Airbnb, quería ir cerca del casino para no tener que andar en auto", agregó, fue en eso que llegó hasta una publicación, de la cual solo se percató que estaba frente al estero Marga Marga.
"Cuando íbamos llegando y caché que estaba ahí a la vuelta, yo iba como 'por favor, que sea ese, por favor'", relató la chef que, para fortuna de ella, terminó siendo el edificio que siempre soñó. "Entramos y no lo podía creer, te juro que es una belleza", expresó.
Respecto a cómo en su interior, Achurra comentó que "lo tienen como chiche por dentro, o sea, todos los espacios públicos están absolutamente cuidados, resguardados. Entiendo que hay una norma, porque todas las puertas de entrada en los departamentos son azules, y entiendo que hay una normativa que no permite poner puertas ni tener puertas de otros colores, además es impresionante como lo tienen de bien cuidado, o sea, los pasillos, las baldosas. Es una preciosura".
Asimismo, indicó que el departamento en particular en el cual pasó el fin de semana tenía pequeños balcones en cada uno de sus espacios: living, dormitorios y comedores. Además, señaló que desde los estacionamientos, tipo cocheras, se podía apreciar el cerro Castillo.
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