Uno lo admira, el otro lo quiere lejos: Esta es la relación que tiene Julián con sus yernos en JDI
Julián Mardones (Julio Milostich) lleva con rienda firme a su familia, ya que quiere controlar cada mínimo aspecto de lo que sucede al interior de su hogar. Así ocurre con sus hijas y por añadidura, sus yernos, pero la relación con las parejas de Sofía (Magdalena Müller) y Camila (Mónica Echeverría) ha transitado entre el amor y el odio en Juego de Ilusiones.
Rubén (Etienne Bobenrieth) e Ignacio (Felipe Contreras) son polos opuestos que han chocado en más de una ocasión por el amor de Sofía y tienen formas muy distintas de entender la relación con su suegro.
El padre que Rubén nunca tuvo
Por una parte, Rubén, quien creció sin Martín (Carlos Díaz) y aspira a vivir con los mismos lujos de la familia Mardones, admira el carácter de Julián. Él no tiene escrúpulos al momento de hacer negocios y en su hogar hay protocolos que reúnen a cada miembro del clan: es como el padre que nunca tuvo a su lado.
Sin embargo, algunos roces han existido entre ambos ya que el abogado fue testigo de las innumerables lágrimas que derramó su madre por el marido de Mariana (Carolina Arregui), a quien en más de una oportunidad le pidió abandonar para encontrar un hombre que sí la valorara.
Sumado a esto, un último incidente desató los celos de Lara, ya que en una cena familiar no fue él quien se llevó los halagos de su suegro, sino Ignacio. El detective fue ascendido a prefecto de policía y ahora cuenta con la aprobación y felicitaciones de Julián y Sofía, algo que Rubén quiere para sí.
Ignacio no quiere ceder con su independencia
Algo muy distinto ocurre con Ignacio, quien valora su independencia por sobre las estrictas convenciones familiares y tiene diametrales diferencias éticas con el padre de su novia.
Si bien él fue el principal gestor para la liberación de Mardones y ayudó a que quedara libre de cargos, lo cierto es que mantiene una vigilancia permanente sobre su suegro. Incluso Lucas (Giordano Rossi) encontró una carpeta con fotografías de Julián.
Por este motivo, la relación del detective ha sido distante. Él está enamorado de Sofía, pero eso no significa que acatará las órdenes de su suegro para vivir en el lugar que él quiere, o acudir cada vez que lo llame. Solo a regañadientes fue a su última cena familiar porque el empresario irrumpió en su fiesta de celebración por el ascenso.