Ponen la cuota de maldad: Estos son los villanos de la tercera temporada de Yargi
Yargi ha contado con grandes villanos que han dejado contra las cuerdas a Ceylin (Pinar Deniz) e Ilgaz (Kaan Urgancioglu). Psicópatas como Engin (Onur Durmaz) y Omer (Dogac Yildiz) o fríos asesinos de la talla de Burak (Samet Kaan Kuyucu) se llevaron el protagonismo en las primeras dos temporadas, pero ¿qué pasa con la tercera?
El nuevo arco dramático de la teleserie turca retoma la historia cinco años después, siendo tres los personajes que han mostrado su lado oscuro, ya sea por ambición, despecho o venganza.
Kadir Adarli
Es un conocido jefe de la mafia de Estambul apodado "El Carnicero". Controla con puño de hierro sus casinos clandestinos y no duda castigar brutalmente a los que le fallan o traicionan, siendo él mismo su verdugo.
Yekta (Ugur Polat) recurrió a él para pedirle la cámara de seguridad de uno de sus locales, pues tenía pistas del secuestro de Mercan (Eylül Ugur). Como nada es gratis, Kadir (Arif Piskin) lo hizo a cambio de que el abogado lavara su dinero.
Nil Barkin
La abogada Nil (Müge Bayramoglu) era una de las exitosas integrantes del bufete Tilmen. Con dinero y prestigio solo le hacía falta el amor y sus ojos se posaron en el fiscal Ilgaz Kaya, recientemente separado de su esposa. Sin embargo, por más que tratara de conquistarlo, él solo la vio como amiga.
Tras cometer un error al sobornar a un testigo de asesinato, terminó en la cárcel por el arduo trabajo de Ceylin. La mujer se transformó en su enemiga, ya que terminó desempleada y sin amor por su culpa. Ahora su nuevo propósito es arruinarla como sea.
Filiz Bagci
Ceylin impidió que uno de sus clientes firmara un acuerdo económico, lo que terminó en la ruina de su contraparte. El hombre afectado era el esposo de Filiz (Özlem Türay), quien lleno de deudas le disparó a ella, mató a su hija y se suicidó.
Al perder a su familia, Filiz quiso venganza y la casualidad hizo que la encontrara en un día de playa. Aprovechó un descuido de Erguvan y secuestró a su hija de dos años, a la que terminó criando como suya.